Tus pies son tu base. Están diseñados para estar descalzos, pero desde que nacemos pasamos gran parte de nuestra vida dentro de algún calzado y generalmente incorpora un drop como muchas zapatillas deportivas. El drop es la diferencia de altura entre la parte delantera y trasera, como un pequeño tacón. Cuanto mayor sea el drop, más inclinado será el ángulo entre el talón y la parte delantera del pie.
Las personas con poca dorsiflexión de tobillo podrían verse beneficiadas en algunos deportes con un drop donde el talón tiene más altura que la punta. El drop cero, por otro lado, es característico de un calzado minimalista. Sería similar a estar descalzos.
En muchos casos la dorsiflexión puede mejorar con ciertos ejercicios y prácticas pero hay otros donde la limitación en la movilidad de los tobillos es crónica. El drop a elegir debe ser el que mejor se adapte a la pisada “natural” de cada uno, para prevenir lesiones (consulta con un profesional para saber cuál es más adecuado para ti).
Con el paso de los años, diferentes tipos de calzados han oprimido y modificado la forma de tus pies. También tus hábitos hicieron su parte -estar todo el día con zapatos sin dedicar un tiempo a andar descalzo. Todo eso entra en juego a la hora de elegir la zapatilla que, en conjunto con un tratamiento (de ser necesario) o reeducación de la pisada, será parte de la vuelta a la funcionalidad de tus pies.
Existen muchos ejercicios para devolver la funcionalidad a tus pies y los separadores de dedos (toe spacer) para entrenar o caminar también podrían beneficiarte.
Los calcetines con separación para cada dedo –“toe socks”- son de gran ayuda cuando estamos calzados. Evitan la fricción en casos de dedos muy juntos, también mantienen seco al pie mejorando la evacuación del sudor con el espacio entre dedos. Hay mayor libertad de movimiento, la propiocepción mejora y aumenta el confort general. Mejora la biomecánica del pie y del cuerpo en general.
¿Sabías que tu pie es una obra maestra formada por 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 tendones, ligamentos y músculos varios? La gran cantidad de terminaciones nerviosas que se encuentran en él lo transforman en un tesoro sensorial. Todas esas estructuras sirven para sujetar, estabilizar y amortiguar el pie en cada paso.
El calzado minimalista o zapatillas Barefoot, son un intento de regresar al origen del ser humano, donde andar descalzos o con calzados funcionales para nuestros pies eran lo cotidiano; y también a nuestra tierna infancia, donde pasábamos gran parte del tiempo descalzos, pisando tierra, arena, charcos de agua…desarrollando todos los sentidos. La movilidad de cada parte del cuerpo era moneda corriente.
4 formas de saber si un calzado es minimalista:
- No comprime los dedos. Tiene una punta ancha
- Permite mover el pie en todas direcciones. Es flexible
- La suela es fina. No tiene amortiguación pero protege, deja que los pies hagan su trabajo de sentir el terreno y amortiguar.
- No tiene prácticamente elevación del talón.
Liberar tus pies caminando descalzo o con calzado minimalista aporta grandes beneficios, aunque debes saber que existe un riesgo de aumento de lesión al volverte minimalista en este sentido. Hemos pasado muchos años con nuestros pies encerrados en unas zapatillas, por lo que algunos músculos y huesos quizá se atrofiaron o debilitaron. Necesitas hacer una transición, con ejercicios para pies y la utilización de calzados previos a los minimalistas te ayudarán en este camino.
Andar descalzo, usar calzados minimalistas y separadores de dedos, aportan libertad a tus pies y son un beneficio a largo plazo.
Beneficios de los separadores de dedos
Los separadores mejoran el flujo sanguíneo de tus pies, ayudan a realinearlos y mejoran tu estabilidad de base. Cuando la base de tu cuerpo mejora al haber más espacio entre los dedos de tus pies, tu estabilidad y equilibrio se ven beneficiados. Cuando los pies no son funcionales, otras estructuras hacia arriba van sufriendo una compensación en cascada. Muchas articulaciones sufren por la compensación que nuestro cuerpo realiza, como podría ser por ejemplo el caso de las rodillas y zona lumbar.
Imágenes de @rmotioncoach
¿Todos deberíamos usar zapatillas barefoot?
La verdad es que después de años atrofiando o debilitando nuestros pies con calzados inadecuados, no es buena idea de un día para otro cambiar como si nuestros pies fueran funcionales, más bien debemos hacer una transición y devolverles poco a poco la funcionalidad. El cuerpo y el cerebro necesitan su tiempo de adaptación que debe ser respetado.
La transición puede ser con zapatillas unos milímetros más bajas de las que usamos, ejercitar nuestros pies descalzos; empezar a usar separadores de dedos o “toe spacer” y luego prescindir de ellos. Llegará el momento en que debemos sentirnos cómodos usando calzados de suela fina y andando más tiempo descalzos con la separación de dedos optimizada.
En síntesis, los calzados barefoot permiten libertad de movimientos naturales del pie, ayudan a la estimulación de la sensibilidad y de la activación de la musculatura del pie, mejorando todas las estructuras del cuerpo relacionadas con la pisada.
Para saber si es recomendable usar calzados barefoot en tu caso particular debes evaluar:
- Si tu pie está preparado
- Si tu pie es funcional
- Si tienes un buen control de la pisada
En caso de patologías o mala mecánica de la pisada, podría no ser recomendable. Debes consultarlo con tu médico de confianza.
Lo que sí recomiendo es empezar lo antes posible. Tus pies necesitan salir ya de esa cárcel a la que injustamente los has sometido por no tener esta información en tus manos.
Saludos amigos minimalistas! Y ya que estamos de paso, dejemos huellas bonitas.
Algunas web recomendadas:
Las 7 Mejores Zapatillas Minimalistas de 2022 (gimnasiotop.com)
Huesos del pie. Nombres, partes y funciones de esta anatomía ósea (podoactiva.com)