Hace bastante tiempo, en una comida familiar, estaba poniendo sal en la comida y mi padre me dijo: “cuidado, la sal es peligrosa, puede causar hipertensión”; a lo que respondí que “no hay una relación causa-efecto” -mientras seguía añadiendo sal a mi plato.
Yo cometí el error durante tiempo de pensar que el consumo de sal era necesario y beneficioso para todo el mundo, y que la relación con la hipertensión no era tal.
Actualmente, en el mundo del Natural Bodybuilding, está más que aceptada la efectividad del consumo estratégico de sal (sodio) en la preparación de un atleta. ¿Pero estamos seguros de que su consumo es beneficioso o inocuo para todos?
El sodio es un electrolito clave para el correcto funcionamiento de la llamada bomba sodio-potasio, permitiendo introducir los nutrientes dentro de la célula muscular.
El sodio también es necesario para mantener el agua y los carbohidratos dentro de los músculos.
Es el principal catión extracelular de los fluidos corporales, y el potasio es el catión intracelular más importante. Un organismo que funciona bien, en homeostasis, mantiene el 55-65% de los fluidos dentro de las células. En condiciones fisiológicas normales, por lo tanto, tendremos una mayor cantidad de líquidos dentro de las células y una menor cantidad de líquidos extracelulares (divididos entre espacios intersticiales y plasma). La dinámica de los fluidos corporales es controlada -con extrema precisión- por los riñones.
Eliminar el sodio, causa una bajada en la presión arterial, lo que significa que el plasma ha sido expulsado del sistema vascular. ¿Dónde se fue? En parte salió del cuerpo en forma de orina, en parte permaneció adentro, en los espacios intersticiales entre las células o debajo de la piel. Si la deficiencia de sodio dura varios días, las glándulas suprarrenales aumentan la producción de aldosterona, que se utiliza para indicar a los riñones que eviten que el sodio restante en el cuerpo sea expulsado. Pero si el sodio se reabsorbe, lo mismo le sucede al agua, que le sigue (el agua sigue a los solutos). ¿Resultado? Retención de agua y presión arterial baja, una señal de que toda el agua está debajo de la piel en lugar de en el sistema vascular.
Si no eres hipertenso, no hay motivo para tener miedo y reducir la ingesta de sal. Si eres hipertenso, sí que habría que reducir los niveles de sodio (nunca eliminar por completo).
Pero, ¿y si actualmente no somos hipertensos pero tenemos predisposición genética a desarrollar la enfermedad por consumo de sodio? ¿deberíamos reducir la ingesta de sal para prevenir? ¿Cómo sabemos si tenemos dicha predisposición?
En Enformados tenemos un exclusivo y único Programa para deportistas llamado “Genética en tus manos”, guiado por un Doctor en Genética de trayectoria internacional, donde realizamos planes de acción en base a estudios genéticos -con la tecnología más fiable en el campo de la genética-; y elaboramos un completo informe con diversos aspectos relativos a la nutrigenética, genética deportiva y salud. Entre ellos está la predisposición a desarrollar hipertensión por consumo de sodio (con su respectivo respaldo científico). También colaboramos con preparadores y nutricionistas para que sus atletas tengan acceso a lo último en este ámbito de la ciencia y la tecnología, con el fin de conseguir ventajas competitivas y mejorar su salud, sin perder rendimiento.
Ejemplo: David (26 años), un cliente de Enformados es deportista profesional y en su informe de nutrigenética descubrió la efectividad de una dieta baja en carbohidratos, y predisposición a hipertensión por consumo de sodio, entre otras cosas.
Estadísticamente, en la preparación de un atleta de estética, la sal es una variable clave en la ecuación. Agua, carbohidratos y sal en una correcta proporción asegurarán un buen volumen celular.
La tendencia actual en las preparaciones para competir es mantener la cuota más elevada posible de carbohidratos, y consumir abundante agua con un consumo de sal directamente proporcional a ambos.
Por lo que estadísticamente, un preparador de natural bodybuilding no tendrá problemas con sus atletas, a no ser que entre ellos haya alguien con la posibilidad de desarrollo de ciertas patologías.
Se trata de prevenir, eligiendo la mejor estrategia nutricional para que el compromiso entre estética, rendimiento y salud sea el más adecuado, equilibrado y optimizado según nuestros objetivos.
La clave según mi punto de vista es la estrategia nutricional seguida en la mayor parte de la preparación (pérdida de grasa y mantenimiento de la masa muscular en la medida de lo posible).
Con la sal sucede algo parecido a lo que sucedió con las grasas o con el azúcar, ¿es buena, mala? La respuesta es depende. Depende de las circunstancias de cada uno, no de modas. Estos tres nutrientes han pasado por demonización y por veneración, dependiendo de la época, moda o descontextualización.
Es cierto que somos agua salada por dentro, y así lo demuestran nuestras lágrimas saladas. La sal natural (sin refinar) nos ofrece ciertos nutrientes necesarios para nuestra salud (fósforo, magnesio, calcio y flúor).
El calcio y el magnesio son de vital importancia para el sistema nervioso y los músculos. La sal natural tiene los elementos en las proporciones adecuadas. Humanos, animales y plantas tenemos sal disuelta en nuestros fluidos internos, como la saliva, la orina, el sudor, las lágrimas y el plasma sanguíneo.
Las sales naturales tienen las proporciones adecuadas de nutrientes.
El problema en la actualidad es que la industria alimentaria ha manipulado este alimento para abaratar costes de producción (sal de mesa, sal común, o peor aún, el glutamato monosódico. Han pasado procesos químicos que han destruido casi todos los minerales beneficiosos y tienen un exceso de sodio.
Proporción correcta entre agua y sal:
Si bebemos mucha agua y no tomamos suficiente sal, la sangre tiende a volverse hipotónica, y esto no es bueno. El extremo opuesto de beber poca agua y tomar demasiada sal es igualmente problemático.
La dosis de sodio recomendada varía de 0,5 a 3 g (1 g de sodio son 2,5 g de sal refinada). De media se aconseja mantener un ratio de 1 g de sodio cada 700 ml-1,4 l de agua. Cuando probamos gradualmente a aumentar la introducción de agua, el objetivo es respetar al cuota de sal conservando el ratio justo.
La aldosterona es la hormona destinada a reabsorber este ion a nivel renal: cuando consumimos sodio en exceso, esta se desactiva permitiendo una mayor eliminación con la orina. En la mayor parte de la población, este mecanismo funciona perfectamente y aunque se consuma demasiada sal no se padece de hipertensión o retención hídrica. Pero 1/3 de los sujetos hipertensos en cambio, tienen un mecanismo defectuoso (polimorfismos genéticos) y deben prestar atención al aporte de sodio en relación a la presión sanguínea.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las vasos sanguíneos a lo largo del sistema circulatorio. La hipertensión arterial es una patología crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. El sodio, principal componente de la sal refinada, se encuentra directamente relacionado con el riesgo de sufrir hipertensión en sujetos con predisposición genética, aunque otros factores como la edad, la práctica de deporte o el consumo excesivo de grasas también influyen. La consecuencia más habitual de la hipertensión, junto a otras patologías, es la mayor propensión a sufrir enfermedades cardiovasculares, como infarto o ictus.
A nivel genético, la hipertensión ocasionada por el consumo de sal tiene un alto índice de heredabilidad. Diversos estudios demuestran que los genes ADD1, AGT y AGTR1 se relacionan con un mayor riesgo a sufrir esta patología, mientras que el gen SLC4A5 tiene un efecto protector.
Según tu genotipo, puedes tener predisposición a sufrir hipertensión como consecuencia del consumo de sal. Otros factores genéticos y clínicos pueden influir.
Si tienes dudas sobre tu predisposición genética, quieres personalizar al máximo tus entrenamientos, dieta, prevenir enfermedades, o quieres aplicar lo último en ciencia y tecnología para tus atletas/deportistas:
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